SÉ, DE BUENA TINTA

  • AUTOR: // SECCIÓN: Diagnóstico, Trazos

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    diagnostico-15-03-14

    Sé, de buena tinta, que me encantan los papeles secundarios, los que no están siempre en las portadas de los tabloides o en primer plano, pero cuyo papel en general en la vida, es imprescindible. La maldición del apuntador, me gusta llamarlo.

    Porque no todo el mundo tiene que ser el protagonista SIEMPRE. Porque las buenas historias se nutren de personajes que aportan el apoyo inherente que las sustenta, y sin las que no sería posible que la trama se llevara a cabo. Porque al lado del protagonista, de la dama que hay que rescatar del dragón, o del villano, están otros actores secundarios fundamentales, como son por ejemplo, el amigo del héroe, el subordinado del villano, o el que no es ninguno de ellos pero cuyo peso en la historia es fundamental. El llamado en lenguaje literario, el quinto en discordia.
    Pues de esos quintos en discordia es de los que quiero hablar a continuación, en concreto de unos muy particulares. Es el caso de los entintadores, quintos en discordia de la industria del comic, pero cuyo papel es fundamental a la hora de leer un comic. ¿Qué sería de la maravillosa etapa del Superman de John Byrne, sin los lápices de Karl Kesel? ¿Serían igual de espectaculares y brillarían del mismo modo, los lápices de Carlos Pacheco en su aventura en los States, sin la aportación del trabajo de Jesús Merino? Pues sé de buena tinta que no.
    Es más, este es el extraño e indescifrable caso de que artistas maravillosos y reputados como el de los mencionados Karl Kesel o Jesús Merino, tienen los méritos personales para haber sido y ser los actores principales de esa obra de teatro que es al fin y al cabo la industria del comic. Incluso en algún momento lo han sido o lo son de hecho, aunque no del modo mayoritario que los protagonistas de la historia principal de los que tanto nos gusta debatir entre nosotros.
    Lo que vamos a hacer en el programa de hoy no solo es reivindicarles. Es conocerles en profundidad, a dos de ellos en concreto, Raul Fernandez y Vicente Cifuentes, autores que nos mostrarán los entresijos de su trabajo y cómo lo viven dentro de la industria a un nivel masivo, Así, nos darán su perspectiva de lo que es estar en una posición distinta dentro del mundo de la viñeta, en la industria más importante del mundo.
    Porque la razón de las cosas no es solo una novela protagonizada por un héroe y un villano, ya que el mecanismo de la industria de la viñeta es muy complejo por detrás, y hay muchas cosas que no sabemos cómo carburan si no escarbamos un poco más en la superficie. Cómo nos gusta hablar de dibujantes y guionistas, de sus etapas en cual o tal personaje, de la maravilla de su arte, y de lo interesante de sus visiones personales de los mismos en tal o cual etapa.
    Para finalizar este diagnóstico, os voy lanzar unas preguntas, para que vosotros mismos os las respondáis a vosotros mismos. ¿Serían iguales, alguna de vuestras obras favoritas, sin el arte de alguno de estos artistas del subterfugio del pincel? ¿Veríamos del mismo modo a obras capitales de la historia del noveno arte, si en vez de un entintador determinado, lo hubiera hecho algún otro? Y para terminar: a la hora de leer un comic, ¿acaso nos planteamos alguna vez, cualquiera de estas cuestiones?
    Vuestra respuesta seguro que es la misma que la mía, y es que NO a las tres. Sé, de buena tinta que NO serian iguales ninguna de mis obras favoritas; sé, de buena tinta que NO vería del mismo modo las obras capitales de la historia del comic; y sé, de buena tinta, que NO me planteo nunca lo suficiente, el imprescindible papel de estos artistas del pincel.

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