HISTORIAS DENTRO DE HISTORIAS

  • AUTOR: // SECCIÓN: Diagnóstico, Press Start

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    “Elementos para poder disfrutar aún más de historias”.

     

    Vamos a hablar en el programa de hoy de la literatura dentro de los videojuegos, referida a libros que existen como tal para ser leídos dentro de nuestros videojuegos favoritos, y que forman parte de la historia que protagonizamos como parte de la misma trama. Es algo cuando menos, original en los videojuegos, pero es algo que no es exclusivo de los mismos.
    En otras formas de expresión artística, como en la propia literatura, se mencionan a otros escritos y obras literarias como referencia para poder entender la trama. Uno de los más utilizados es El Necronomicón o libro de los muertos, del  cual hablamos hace no mucho en la sección de Telón cuando en la sección de El Valle de Gwangi, hicimos un especial de películas en las que éste aparecía de uno u otro modo. 
    Basado en el universo creado por Lovecraft y los escritores del circulo de los mitos de Chtuluh, se convirtió en una de las primeras incursiones de una referencia externa y aparentemente real, de un libro en este caso maldito, que tenía repercusión en las historias que se relataban. Fue usado muy habitualmente por todos estos autores en numerosos relatos, no solo por Lovecraft, si no por otros tan importantes como son Robert E.Howard, August Derleth, Robert Bloch o Clarck Ashton Smith. Y curiosamente, se hacía como elemento cohesionador de un universo imaginario en el que introdujeron otros elementos como los monstruos primigenios como el propio Chtulhu, Nyarlathotep o razas como Los profundos. Curiosamente, en el cine paso lo mismo como homenaje a aquel universo creado por estos autores, como bien nos demostró nuestro compañero Enrique Dueñas en este estupendo especial que nos hizo sobre el Necronomicón.
    Aunque realmente esto no sea más que una técnica para crear un metalenguaje propio que soporte y ayude a entender la historia, en la Literatura o en el cine es más fácil de articular ya que tienen una experiencia previa bastante longeva en la que poder apoyarse, y en el caso de los videojuegos, es algo mucho más reciente pero que ha sufrido una evolución notable en los pocos años o décadas de existencia de los mismos como bien nos mostrará nuestro Freak Team en breve.
    Términos como Spin-off, precuelas, o esta de la Intrahistoria que es como más me gusta denominarle, me resultan fascinantes por lo complejo y enrevesado que puede llegar a ser el concepto de buscar una complicidad con el público al que van dirigidos estas historias por parte del autor. No me extraña que en el futuro, si ya hace 100 años mucha gente creía en la existencia del Necronomicon, se den por sentados la existencia de muchos hechos ficticios que se puedan utilizar a la hora de apoyar una historia con la cantidad de medios tecnológicos existentes en la actualidad. Lo que más miedo me da, es qué historia nos quieran contar y con qué intenciones nos la quieran vender, y sobre todo, con qué propósitos.
    Os pongo un ejemplo de lo que puede acontecer en este sentido  y que ha tenido lugar hace unos días. El protagonista ha sido un exfutbolista madridista conocido sobre todo por ser una attention bitch, que en un momento de aburrimiento a través de las redes sociales, afirmaba en tono interrrogativo, si los demás perdíamos el tiempo reciclando vidrio. Se armó un revuelo impresionante como consecuencia, pero luego resultó que todo fue un camelo y que lo que pretendía Guti era todo lo contrario, y es concienciarnos a todos sobre el uso del reciclaje.
    No se vosotros, pero a mí cada vez me preocupa más el uso de las técnicas de comunicación, y de los recursos que ellos conllevan, y el que sea cada vez más difícil recurrir a la fuente original para poder saber qué hay de verdad detrás de cada historia. De todos modos, nuestro circo ambulante no sigue la norma al respecto, y es siempre transparente en este sentido, y solo busca el entretenimiento al lado de aquellos que son sus principales protagonistas: vosotros, amiguitos y amiguitas, muchas gracias una vez más por ser parte fundamental de nuestra propia intrahistoria.

    Vamos a hablar en el programa de hoy de la literatura dentro de los videojuegos, referida a libros que existen como tal para ser leídos dentro de nuestros videojuegos favoritos, y que forman parte de la historia que protagonizamos como parte de la misma trama. Es algo cuando menos, original en los videojuegos, pero es algo que no es exclusivo de los mismos.

    En otras formas de expresión artística, como en la propia literatura, se mencionan a otros escritos y obras literarias como referencia para poder entender la trama. Uno de los más utilizados es El Necronomicón o “Libro de los Muertos, del  cual hablamos hace no mucho en la sección de Telón cuando en la sección de El Valle de Gwangi, hicimos un especial de películas en las que éste aparecía de uno u otro modo. 

    Basado en el universo creado por Lovecraft y los escritores del circulo de los Mitos de Chtuluh, se convirtió en una de las primeras incursiones de una referencia externa y aparentemente real, de un libro en este caso maldito, que tenía repercusión en las historias que se relataban. Fue usado muy habitualmente por todos estos autores en numerosos relatos, no solo por Lovecraft, si no por otros tan importantes como son Robert E.Howard, August Derleth, Robert Bloch o Clarck Ashton Smith. Y curiosamente, se hacía como elemento cohesionador de un universo imaginario en el que introdujeron otros elementos como los monstruos primigenios como el propio Chtulhu, Nyarlathotep o razas como Los Profundos. Curiosamente, en el cine paso lo mismo como homenaje a aquel universo creado por estos autores, como bien nos demostró nuestro compañero Enrique Dueñas en este estupendo especial que nos hizo sobre el Necronomicón.

    Aunque realmente esto no sea más que una técnica para crear un metalenguaje propio que soporte y ayude a entender la historia, en la Literatura o en el cine es más fácil de articular ya que tienen una experiencia previa bastante longeva en la que poder apoyarse, y en el caso de los videojuegos, es algo mucho más reciente pero que ha sufrido una evolución notable en los pocos años o décadas de existencia de los mismos como bien nos mostró nuestro Freak Team el pasado sábado. Términos como Spin-off, precuelas, o esta de la Intrahistoria que es como más me gusta denominarle, me resultan fascinantes por lo complejo y enrevesado que puede llegar a ser el concepto de buscar una complicidad con el público al que van dirigidos estas historias por parte del autor.

    No me extraña que en el futuro, si ya hace 100 años mucha gente creía en la existencia del Necronomicon, se den por sentados la existencia de muchos hechos ficticios que se puedan utilizar a la hora de apoyar una historia con la cantidad de medios tecnológicos existentes en la actualidad. Lo que más miedo me da, es qué historia nos quieran contar y con qué intenciones nos la quieran vender, y sobre todo, con qué propósitos.

    Os pongo un ejemplo de lo que puede acontecer en este sentido  y que ha tenido lugar hace unos días. El protagonista ha sido un exfutbolista madridista conocido sobre todo por ser una “attention bitch“, que en un momento de aburrimiento a través de las redes sociales, afirmaba en tono interrrogativo, si los demás perdíamos el tiempo reciclando vidrio. Se armó un revuelo impresionante como consecuencia, pero luego resultó que todo fue un camelo y que lo que pretendía Guti era todo lo contrario, y es concienciarnos a todos sobre el uso del reciclaje.

    No se vosotros, pero a mí cada vez me preocupa más el uso de las técnicas de comunicación, y de los recursos que ellos conllevan, y el que sea cada vez más difícil recurrir a la fuente original para poder saber qué hay de verdad detrás de cada historia. De todos modos, nuestro circo ambulante no sigue la norma al respecto, y es siempre transparente en este sentido, y solo busca el entretenimiento al lado de aquellos que son sus principales protagonistas: vosotros, amiguitos y amiguitas, muchas gracias una vez más por ser parte fundamental de nuestra propia intrahistoria.

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