LA PARADA DE LOS MONSTRUOS TRAZOS 05/11/11 17 H

  • AUTOR: // SECCIÓN: Radio, Trazos

    6 Comentarios

    Trazos 04/11/11

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    Sergio Bleda, a pesar de su juventud, es ya todo un veterano en el mundo del cómic. 20 Años Entre Pinceles, resume en imágenes su trayectoria profesional, y la edición de este precioso libro nos dio la oportunidad de volver a entrevistarle en directo. Él fue nuestro Héroe del Mes

     

    Marvel Comics, bajo esa denominación, cumple cincuenta años. Aprovechamos pare seleccionar nuestras historias y momentos favoritos de la llamada “casa de las ideas”. Un tema de actualidad para La Estela de Mercurio.

    1st Marvel Comic

     

    En nuestra sección El Kiosko, os dimos la oprtunidad llevaros un cómic, que nos cede una de nuestras librerias favoritas, Otaku Center.

    Saint Seiya de Kurumada

     

    Dentro de nuestra sección Del Papel Al Celuloide, analizamos dos controvertidas adaptaciones, Las Aventuras de Tintin: El Secreto del Unicornio y Capitán Trueno y El Santo Grial.

    Las Aventuras de Tintin El Capitan Trueno y el Santo Grial

     

    Finalizamos con nuestro bloque de recomendaciones, Strangers in Paradise.

    Apocalipsis en el Instituto 

    Freakman reunió para este programa a Armabot, Trotty y B. Sánchez.

    Completó el programa un visceral Diagnóstico de nuestro maestro de ceremonias Freakman.

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6 Responses to LA PARADA DE LOS MONSTRUOS TRAZOS 05/11/11 17 H

  • Lynnot wrote on November 7, 2011 at 1:48 // Reply

    Aquí podéis escuchar la entrevista previa que realicé a Sergio Bleda, a raíz de la reedición de El Baile del Vampiro.

    Entrevista Sergio Bleda

  • Elric wrote on November 7, 2011 at 8:44 // Reply

    Hola compañeros de la Parada. Me permito invadir este espacio un poco para daros mi opinión y mi experiencia con Marvel, a colación del magnífico especial que habéis hecho en vuestro programa Trazos.

    Empecemos por el principio. ¿Cuál fue mi primer cómic, o al menos el que recuerdo haber leído? Todavía lo conservo. Un Spiderman serie limitada de 3 números en el que nuestro amistoso vecino iba a la cárcel, supuestamente porque su telaraña no se disolvió y mató de asfixia a un ladrón. Yo era pequeño (soy del 83) y me acuerdo que, pasar de la imagen bonita que todos tenemos de los superhéroes a encontrarme aquello, fue duro.

    Pero desde entonces, empecé a ahorrar y con los años llevé durante mucho tiempo varias colecciones mensuales, estando muy atento a los movimientos en el mercado yankee y anticipándome a las novedades, gracias a un librero muy simpático que me traía casi todo lo que no solía llegar por estas tierras gaditanas.

    Bien, metámonos ya en materia después de esta introducción algo ñoña. Repasaré algunas (todas es imposible) de mis etapas favoritas en la historia de los cómics Marvel, empezando desde el llamado boom de Marvel, la otrora magnífica Casa de las Ideas.

    Lo que todos tenemos claro es que hay un antes y un después de Stan Lee, Jack Kirby y Steve Ditko. Estos tres mosqueteros se bastaron para crear un universo que a día de hoy pervive. Kirby, esa máquina de creatividad, el dibujante que no borraba nunca “porque no me pagan para borrar, sino para dibujar”, traía la fuerza, la garra, la imaginación, las hostias como panes al cómic, y Stan Lee consiguió conectar con el público joven, dotó de interés humano a las historias de superhéroes, algo que no consiguió DC durante muchísimos años con sus sosas historias de Batman y Superman en la Golden Age. Por primera vez, era tan interesante lo que pasaba en los tejemanejes superheróicos como lo que ocurría en casa. Stan Lee logró que los personajes tuvieran una tercera dimensión, agarró a los lectores a través de la cotidianeidad entre tanta amenaza cósmica.

    El mejor ejemplo, por supuesto, es esa maravillosa familia, Los Cuatro Fantásticos, un alarde de creatividad que no se ha vuelto a repetir, una exhibición constante del Rey Kirby a los lápices. Cómics con 9 viñetas por página, collages imposibles, y cuando parecía que la serie era imposible que pudiera mejorar… aparece la Llegada de Galactus, en dos números y medio (que aprendan los guionistas actuales endiosados por nada y su decompressive storytelling) nos presentaban a Galactus, y a Estela Plateada (hermosa traducción), inyectaban en este último la culpabilidad y el amor a la vida, y los autores resuelven el entuerto de una manera nada habitual, no mostrándonos a Galactus como un villano al uso: ¿Dudarías tú en pisar una hormiga?. Pero es que luego, sin descanso, nos meten de lleno en la historia donde Ben Grimm llega a volver a ser humano durante un breve periodo de tiempo, un auténtico drama después de una explosión cósmica. A eso me refería con la mezcla perfecta.

    Por supuesto, mencionar también a Los Vengadores, ese Dream Team soñado con todos los grandes superhéroes y que ha dado lugar a las historias más divertidas y grandes de Marvel, con un baile constante de miembros y una especie de genial cajón desastre donde muchos le cogimos cariño a personajes que, de otra manera, jamás hubiéramos conocido ni nos hubiéramos interesado en ellos.

    Además, como decís vosotros, se produce el rescate del Capitán América, ese personaje de Joe Simon y Jack Kirby, cuyos primeros números tras la resurrección nos muestran a un Capi fuera de época, anquilosado, perdido en un mundo que no entiende y que le ha dejado atrás. Es el superhéroe por excelencia, el Superman de Marvel. Es la flecha que señala el bien, si estuviéramos en un juego de Rol, sería el perfecto Paladín. De ahí su fama entre los incultos de ser un “facha”. El Capitán América, amigos míos, no defiende ideologías, defiende ideas, y las ideas son una cosa totalmente distinta. Después de grandes números de esta dupla de genios, empezaron a llegar gente como John Romita (que nos trajo de regalo a Spidey durante un par de números), a Gene Colan (que trajo directamente Easy Rider al cómic, con un Capi en moto conduciendo por todo el país y luchando a la desesperada contra Cráneo Rojo en la magnífica saga del Cubo Cósmico) y por supuesto, la breve pero fulgurante intervención de Jim Steranko.

    Steranko inventó el Born Again antes de que ninguno supiéramos qué era el Born Again, de nuevo en un par de tebeos el Capi nos hace creer que Steve Rogers ha muerto, para recuperar su identidad secreta y cambiar el status quo de toda la colección. Un ejemplo de planificación, de técnicas traídas del cine, zooms, travellings, disposición espacial de las viñetas y una manera nueva de ver el cómic que no volvería a ver algo parecido hasta el trabajo de Paul Gulacy en Sang-Chi Master of Kung Fu.

    Ahora me gustaría hacer referencia al maestro Ditko en sus dos obras: Spiderman y Doctor Extraño. De Spiderman hay poco que comentar que no se haya dicho ya, es la colección perfecta de cómics durante sus más de 100 primeros cómics y no va a repetirse algo igual jamás, y tuvo la suerte de encontrar un sucesor para Ditko como fue Romita, que potenció la serie a otros niveles de ventas, que permitieron la superviviencia de la serie y su instauración como el emblema definitivo de Marvel.

    Quiero centrarme en Doctor Extraño durante unas líneas. El cómic de la era de Aquario, con un Ditko psicodélico, con viñetas y colores inéditos hasta la fecha, y un auténtico outsider que nos regalaba aventuras nada corrientes en la época. Tebeo SIEMPRE a reivindicar y que todavía no nos reeditan en condiciones.

    Podría comentar muchísimos cómics más, esa colección inicial de Patrulla X que contó con la desgracia de tener a un infravalorado Werner Roth a los lápices, pero que disfrutó de varios números a un Neal Adams a toda potencia, en general se podrían hacer programas enteros con la apertura de Marvel en los 70 y principios de los 80 a todo tipo de géneros, Starlord (hijo de su época), las adaptaciones de Star Wars (con ese gran Carmine Infantino) y como habéis mencionado vosotros, colecciones de todo tipo, hasta de Transformers o Masters del Universo.

    Pero yo quiero terminar este texto centrándome en una obra de amor absoluto: Conan el Bárbaro. Sí, habéis leído bien. Lo que hace Roy Thomas con esta colección es un ejercicio de amor que no he vuelto a ver en el cómic. Capaz de coger todos los textos de Robert E. Howard, pelearse con sus albaceas literarias, adaptar relatos de coetáneos de la época de Howard, e incluso transformar relatos de Lovecraft… encajando perfectamente a nuestro cimmerio. Recientemente, Forum, antes de cerrar, nos regaló una auténtica maravilla de reedición con textos introductorios de Roy, donde demuestra tener una memoria de elefante, revelando millones de detalles…

    Y por si fuera poco con Thomas… contamos con Barry Windsor- Smith en su primera época, con una evolución tremenda y donde yo, a título personal, creo que nunca estuvo tan cerca el cómic de ser un arte. Esas viñetas, ese colorido, esa torre del elefante. De verdad que cada vez que lo leo sigue sobrecogiéndome. Sin embargo, hay que ser justos, y el canon definitivo vino de la mano de John Buscema, un excelso dibujante, más simple que Smith, pero que Thomas, en un movimiento inteligente, unió al entintador filipino Ernie Chan para que llenara de detalle sus dibujos (fijaros el cambio que hay entre el primer número de Buscema y el segundo, ya entintado por Chan). Antes he dicho que no se repetirá nada parecido a los primeros Cuatro Fantásticos.. pues bien, he de añadir también al primer Spiderman y a la saga entera de Conan El Bárbaro desde su inicio hasta su clausura, con autores además como Gil Kane o Neal Adams de nuevo.

    En fin, me dejo mucho en el tintero, pero quería colaborar con vosotros, ahí queda escrito.

  • Lynnot wrote on November 8, 2011 at 12:58 // Reply

    Se nota que amas La Casa de las Ideas. Me ha encantado que sacarás a relucir al Dr. Extraño, un personaje absolutamente singular con el que habitualmente no sabe qué hacer.

    Quizás eché, en el programa, de menos la IMPRESIONANTE etapa de Claremont en los X-Men y el recuerdo a dos personajes estupendos: Capa y Puñal.

  • Elric wrote on November 8, 2011 at 2:09 // Reply

    Desde aquí me recuerdo a Dave Cockrum y Len Wein, a los que siempre se olvida al sacar a colación a la nueva Patrulla X.

  • Jandemor wrote on November 9, 2011 at 12:06 // Reply

    Mi primer contacto con los comics Marvel fueron los Transformers. Ese primer número con aquella portada impresionante me marcó mucho. Y el hecho de que me guste prácticamente cualquier comic o dibujo animado en el que haya robots gigantes dándose de hostias también me influyó mucho.
    Spiderman, con aquella etapa del Duende (no el Duende verde) también fue de las primeros comics Marvel de los que guardo un buen recuerdo. Aquella portada en el que el Duende tenía agarrado a un Spiderman sin conocimiento, en plan “le he vencido”, mientras el fondo se está quemando, es de mis favoritos. Adoro al Spiderman de los 80. Igual no será el mejor, pero yo es el que más cariño le tengo. Es cuando empecé a leer comics.
    Y “la nueva” Patrulla X de Claremont-Cockrum-Byrne , mítica e imprescindible.

    Finalmente, cuando Freakman a nombrado a Alpha Flight me he emocionado, ya que es uno de mis comics favoritos. Son los comics con los que más he hecho arqueología comiquera he hecho. Les tengo un cariño especial. Hace unos años Forum reeditó los primeros números en cuatro tomos, tomos que recomiendo al que no conoce a estos maltratados superhéroes. La etapa de los 90, cuando Marvel los intentó revivir con aquella serie regular de (creo recordar) veintipico números también me parece muy buena. Y por supuesto, cuando no hace mucho los de Marvel se los cargaron a casi todos, maldije a los responsables de esa injusta matanza.

  • JoseViruete wrote on November 16, 2011 at 1:50 // Reply

    De los mejores Trazos que recuerdo. Felicidades. Bleda me ha caído muy bien y ha dado mucho juego: le ha pillado guay el rollo… las entrevistas son siempre una incógnita.
    Eso sí: me sigue pareciendo raro hablar tanto de películas en un programa de tebeos, aunque sean adaptaciones. Stop complejos!

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