Llamamiento a los melómanos recién independizados.
Esto más que un editorial, es una demanda de ayuda.
No puedo solventar un gran dilema, amigos freaks, al que seguro muchos de vosotros, en algún momento de la vida, os habréis tenido que enfrentar. Seguramente, mientras campeabais a vuestras anchas bajo las faldas del nido paterno, no era tan acuciante la necesidad de tener organizados hasta la extenuación todos los miles de lps en los diversos formatos que iban cayendo en vuestras manos. Desde el entrañable cassette, al tan de moda en la actualidad vinilo (muchos seguimos pensando que suena mejor que el cd), y el mencionado compacto agonizante pero no herido de muerte por la anquilosada industria musical que representa el mismo.
El principal peligro del coleccionismo y del fetichismo musical es sin lugar a dudas, el del espacio. Cuando por fin eres consciente de que vas a tener todos tus discos favoritos juntos y no desperdigados entre armarios, baldas, repisas, cuartos trasteros, etc, y puedes y debes ordenarlos, te das cuenta que no tienes ni puta idea de cómo empezar a hacerlo.
Es lo malo de tener una fijación enfermiza por el formato físico, que nos llega a cometer locuras auténticas e impensables, acumulando miles de discos que probablemente solo servirán para coger polvo y telaraña. No creo que muchos de vosotros disfrutéis cuando os saquen a relucir ciertos discos que todos tenemos en nuestra colección, y que nos siguen produciendo cierta vergüenza el admitir que los adquirimos.
Es lo único bueno que ha traído la tecnología y formatos comprimidos de sonido como el mp3, el poder tener en menos espacio más cantidad de información para ordenar tu música de múltiples formas, sin tantas dudas a la hora de organizarla: por año, artista, estilo, etc… Cabe incluso el caso de que algún archivo lo tengas hasta en dos directorios distintos, para esos completistas que quieren tener todo niquelado.
No sé sinceramente que será de mí en esta nueva aventura en la que me embarco al ordenar mis cds, pero desde luego caben propuestas para que me digáis.
Por favor, os lo pido de rodillas, cómo puedo enfrentarme a este absoluto despropósito que es el intentar tener ordenados fragmentos de mi vida. No sé si merece la pena el esfuerzo ya que al fin y al cabo lo único seguro en la vida es el estirar la pata, y no creo que me lleve a la otra vida el cargo de conciencia de ser un puto vago. Gracias por anticipado, amiguitos.
Deberías tratar de hacer un ejercicio de introspección y tratar de separar el polvo de la paja para centrarte en lo que realmente deseas conservar (y quizás volver a escuchar), todo lo que no pase ese filtro ha de ser vendido (si es posible que esos “incunables” valgan algo) para adquirir armarios de almacenaje de IKEA.
En cualquier caso la consulta a un profesional médico para “el Diogénes” no está de más, jeje
un saludo,
y suerte con la tarea de ordenación
La manera de mantener una colección es algo bastante particular, además depende mucho de la cantidad de discos que tengas, pero allá va mi aportación de como la tengo yo:
En mi caso tengo bastantes discos y utilizo dos maneras principales. Por un lado tengo los que escucho poco o muy ocasionalmente que tengo colocados por orden alfabético de banda o autor. Después a parte tengo una sección donde pongo los que más suelo escuchar. Es tontería meterlos continuamente en la ordenación.
Por otro lado, si tienes mucho muchos discos, lo que se suele hacer es ordenar los discos primero por estilos, y dentro de cada estilo por orden alfabetico.
Estos métodos son los más clásicos, pero vamos, como en la película de alta fidelidad, yo los he tenido ordenados por estados de ánimo XDDD
Y muy importante, como ha puesto tallman, haz criba. Es absurdo almacenar cosas que no vas a escuchar, ni te gustan siquiera.
A lo mejor sería buena idea organizar una quedada de la parada de los monstruos para un pequeño mercadillo de intercambio de cosas que no queramos ya: discos, libros, comics,…
No sabría decirte qué hacer exactamente. Creo que como decía Tallman tendrías que elegir primero qué es lo que merece la pena rescatar. Hace poco me llevé de casa de mis padres a la mía mis CDs de cuando los compraba (que reconozco que hace años que no adquiero uno) y ahora les tengo más por nostalgia que por necesidad. Y antes de traérmelos hice una limpieza impresionante, ni recuerdo cuantos discos de recopilaciones comprados en revistas como Discoplay o Tipo he podido tirar. Un día habría que hacer un especial sobre los discos de “recopilaciones de bandas sonoras” hechas con teclados y que en la carátula aparecían en letra pequeña con un “no son versiones originales”. En fin, que me voy por otros derroteros. Muchas veces cuesta menos bajarse el disco que convertirlo a mp3, pero si tienes joyas que no puedes localizar lo mejor es que las “inmortalices” digitalizándolas. Pero si tu colección es extensa, que me parece que lo es y bastante, separa lo que necesitas y quédate con eso.
Un saludo.
Yo no tengo ese problema aún, y de momento todos mis dvds, cintas de vídeo, libros, cds y figuritas están almacenadas y fraccionadas en cajas, cajones, maletas, muebles, estanterías y rincones, para desconsuelo de los demás ocupantes de la casa.
Pero mira, Freakman, por mi experiencia, básicamente puedes guiarte con una elección: ¿quieres ordenar por usabilidad (o sea, por sentido práctico) o por estética? Si es lo segunda, es más sencillo: sólo se trata poner en primera fila lo que mejor adorna. La desventaja es que te vuelves loco cuando buscas algo. Lo segundo es lo más aconsejable si eres de los que revisan dvds, música, tebeos, lo que sea, casi a diario, pero no es bonito a la vista: hileras de libros desiguales, tapas duras con blandas, dvds de periódico al lado de ediciones especiales, etc.
Lo mejor es que por fin tienes cubil propio, ¿no? Brindo por eso.
Muchas Gracias por los consejos, y creo que seguire el mismo consejo que creo que coincidis todos: tener ordenado por aquello que más se escucha. Pero creo que dentro de eso, tambien tendré un cierto criterio por artistas que más escuche, para no tener desperdigada por varios sitios su discografía. Coincido con vosotros también hermanos en que la estética solo viste a los que visten de superficialidad vacua su estudio, para molarse delante de los demás, y realmente no cuidan lo importante, tener una organizacion para disfrutar de una manera mas eficiente de su pasion por la música.
Nabysa, tienes toda la razon, hay que tener cuidado con la conservacion de algunas joyas que no vas a encontrar ni de coña en otro formato, y conservar y tirar de una copia mas que del original, en ese caso estoy contigo tambien.
Borrado, no hay nada de lo que avergonzarse jeje.
(el mensaje anterior tiene una errata vergonzante… Si lo podéis borrar, mejor, jajaja)
Cuando eres un coleccionista (o un “acumulador” como es mi caso) lo de las mudanzas se convierte en una prueba más dura que las de Asterix. Porque si bien las cajas con cds pesan, ya ni te cuento las que llevan revistas o libros de papel satinado dentro. Eso pesa como si llevaras un muerto!
Lo que me llama la atención es lo desprendida y poco sensible que es la gente en general.
Personalmente encuentro inconcebible lo de dejar de comprar música, acumular mp3 o deshacerse de parte de tu colección. Yo cuando he comprado un disco, lo he comprado a sabiendas y no voy a querer venderlo nunca. Le tengo aprecio al 99% del material adquirido y me gustaría conservarlo por siempre, en el formato que sea. De hecho, la mayoría de los casetes que tengo no han sido reeditados en otro formato luego siguen siendo piezas de coleccionismo. En un formato bastante arcaico, pero con mucho más encanto que un cd o un gélido mp3. Eso por no decir que algunos de los vinilos y ediciones especiales que tengo son auténticas joyas. Para mí, lo mínimo que puedes hacer cuando te gusta una banda, es disfrutar de sus actuaciones en directo y de sus ediciones discográficas.
En cualquier caso supongo que el hecho de que España sea uno de los países donde más se piratea y menos se compra, tiene que ver con el hecho de que en este país (y me refiero a las nuevas generaciones especialmente) la cultura se menosprecia sistemáticamente. Por estas lindes, la relación de mucha gente con la música es cuanto menos… peculiar. Pero vamos, que no voy a decir nada que no se haya dicho ya en “La Parada”. Para mucha gente, ir a un concierto es poco menos que un mero acto social para dejarse ver, lucir palmito y ganar estatus entre los paletos de sus conocidos. Por lo demás, el español medio es un tio que se limita a escuchar el single-bazofia de moda con el que te bombardea la tele y que será olvidado-repudiado en cuestión de 1 año. Esos sí que se avergüenzan de lo que han comprado. Sobre todo cuando ven que ese cd que tanto puso en el coche a toda hostia, está ahora a 1 euro en una cesta metálica del Carrefour. Eso cuando se compran algún cd, porque lo suyo ahora es bajarse la música (véase la canción del mundial de $hakira) y llevarla en el móvil como quien lleva un carrito de los helados. ¡Putos zombies!
Volviendo al tema de la colección, yo ordeno todo por géneros y dejo en un sitio aparte las novedades que tengo que escuchar o los álbums que quiero retomar. No tiene mucho misterio a no ser que se quiera hacer el numerito de “Alta fidelidad”.
Bueno, supongo que lo de guardar por coleccionismo o afán acumulador depende un poco de las personas. Además hay que ser consecuente con las circunstancias. Los que vivimos en grandes urbes tenemos el espacio muy limitado con casas cada día más pequeñas. Además hay música que significó mucho para mí en su momento, pero que ahora que yo le otorgo el valor que le dí. Y estamos hablando de cintas de música que me costaron sus buenas 3000 pesetas hace casi 15 años.
Estoy muy de acuerdo en el valor de un vinilo, con su arte, o en ediciones más o menos buenas. Pero los que eramos usuarios asiduos del walkman, no te puedes imaginar en que estado están esas cintas. Ya ni hablar de las cajas que han sufrido viajes, traslados, niños,etc.
Aunque estoy de acuerdo también con el respeto a la cultura en España, también es cierto que no vivimos en una economía y con unos distribuidores que ayuden demasiado a ello. Desde hace años de hecho. Ahora los clásicos en cd están a precio de saldo, pero en los años buenos, ¿cuánto costaba una novedad de importación? Y el ser de importación no era más que una etiqueta para indicar que no traían más de uno y que lo ibas a pagar bien. Yo he tenido que tirar muchos años de tiendas como Metralleta en Madrid.
Pero no me voy por las ramas, ahora no hay excusa para no comprarse discos, con los precios que hay. Y sobre todo porque la mayoría de los grupos interesantes te permiten comprar su disco en su tienda online por 7€.